miércoles, 6 de agosto de 2014

Día 52: Lunes 28 de julio

Lunes

"Por cierto, he visto esta mañana el horario de trabajo de esta semana, y me ha parecido muy extraño, tengo muchos huecos, ¡Pepe, no te gusta ni un pelo!"

Día de clase de alemán, pues ya sabemos lo que toca, más de lo mismo.

Levantarse súper temprano, pues no hay buena comunicación de transporte público hasta Meschede. Hay que coger autobús y tren. Para hacer eso, hay que intentar compaginar los dos.

Para la ida, hay buena combinación, aún así hay que madrugar un poco más de la cuenta, a las 6:30 horas hay que estar en pie, ¡Pepe, qué remedio!


Las horas que son y no encuentro a
nadie en el vagón en el que viajo.

Es cuando a la vuelta, hay malas combinaciones de autobuses y no me digas cuando el tren regional empieza con sus retrasos, que si "espere 5 minutos, 10 minutos o incluso 15 minutos".

Hoy no tengo ni idea de lo que vamos a dar en clase, pero seguro que a la tercera o cuarta hora de clase, no voy a poder concentrarme, del cansancio. Demasiadas horas de clase seguidas, tal vez si fueran menos, seguro que sacaríamos más rendimiento.

Llego a clase, como siempre, toca esperar al resto de compañeros, ¿por qué tendré que llegar yo siempre tan temprano? Me gustaría saber quién es el que decide poner el horario de autobuses y trenes, que le diría un par de cosas, bien dichas, a la cara.

Toca descansar. Mientras unos se van a la pizzería a comprarse algo, me voy al supermercado de ALDI, el que está junto a la estación de tren, a probar suerte, a ver si la suerte me sonríe y encuentro algo interesante para comer.

Efectivamente, doy con algo que no está nada mal. Una tabla de sushi, ya que no hay restaurantes japoneses por las cercanías, que mejor esto, que nada.


Lástima que lleve tan poco.


Al terminar las clases, todos nos volvemos a su correspondiente hotel, o como dice L., una compañera del curso de alemán, "nos volvemos a nuestra casa de Alemania". Cuando dice eso, yo me echo a reír, no puedo considerar una habitación de hotel como mi hogar, todavía no.


Las cosas que me encuentro en los pasos subterráneos del tren.
¿A quién se le habrá ocurrido bajar un carro por las escaleras?

Y no podríamos terminar el día en Alemania sin aguacero incluido.



Los días en Alemania no pueden ser siempre con el mismo estado meteorológico, sol o nublado. Pues no, tienen que ser mixto. Amanece con un sol estupendo, hace un poco de calor a media mañana, por la tarde te asas, 34 ºC y ya un poco más tarde, te calas.

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