Después de 3 días de clases de alemán y uno libre, para estar a mi aire, toca trabajar.
Así que esta mañana sobre las 7, los ojos se han abierto de par en par, ¿por qué no esperaré a que suene el despertador? ¿Y ha levantarme refunfuñando por qué está sonando el despertador? Pues no, todo lo contrario.
Ducha rápida, ordenar un poco la habitación, y enseguida para abajo. Hoy no me he puesto de camiseta blanca, pues era el día en el que tenía que reunirme con el administrador para hacer papeleo.
He bajado a la cocina a las 10 en punto, ni un minuto más ni uno menos.
Y en cuanto me ha visto aparecer M., el ausbildung alemán de cocina, me ha puesto a pelar pepinos para ensaladas. Al mismo empezar por el primero, ha aparecido L.S., el administrador del hotel, que habíamos quedado a las 10:30 para resolver papeleo mío, ha insistido que nos teníamos que ir en ese mismo momento.
Hemos subido a la primera planta, donde como ya sé, se encuentran todos los despachos y oficinas del hotel. Pues el chaval, aunque ya tiene sus años, tiene un despacho bastante hermoso. Hemos hecho lo de la cuenta del banco y el seguro sanitario.
También le he preguntado por el tema del empadronamiento, primero en inglés, pero no se ha quedado con la tecla, así que, le tenía buscado la palabra: "das Meldewesen". Me ha mirado con una cara, como diciendo, ¡No se te escapa ni una!
Cuando ya todo estaba listo y creía que podría marcharme para las cocinas. Me ha dicho, que nos teníamos que ir, en ese mismo momento, a las oficinas del banco en un pueblo de al lado de Sundern, en Endorf (en Sundern), a unos 4 km. Pues nos hemos ido en su coche, como se supondría. El camino ha sido como el cojo cuando voy a Meschede, todo de color verde y con vacas pastando en sus paisajes. Una vez terminado el papeleo, vuelta a Sundern. En cuanto hemos llegado, me ha recordado que lo del empadronamiento, será para la semana que viene en el Rathaus (ayuntamiento en alemán).
En cuanto me ha visto aparecer M. por la puerta, me ha dicho que fuera como un loco a pelar los pepinos para ensalada. Tras un rato, peleando, entre la vida o la muerte, con los pepinos; M. no ha tenido suficiente y me ha metido una caja de zanahorias y que pelase solo 5 kilos. Cómo si yo tuviera un peso en mis manos. A la hora, cuando me quedaban una pocas para terminar, a M. se le ha ocurrido llegar con un peso electrónico. Le he comentado, que no tenía ninguna idea de la existencia de la máquina y se ha reído un rato, al estilo alemán, nada de mostrar una amplia sonrisa. He estado toda la mañana con eso, que parece poco, pero trabajo pesado de narices.
Ya me iba a comer, cuando he visto que la señora I. estaba cortando fiambre para el desayuno para mañana, yo con mucha idea, le he preguntado (en mi alemán-indio), que si podía coger un poco para hacerme un bocadillo. Su contestación ha sido la que esperaba, que cogiera todo el que quisiera, pero a mi pesar que estoy estos días malo de la barriga, me he decantado solo por el jamón dulce y un par de bollos.
En cuanto he llegado a la habitación, no he perdido ni un segundo y me he puesto con las manos en la masa, a hacerme bocatas. Y como era un poco temprano para comer, la verdad, es que no tenía muchas ganas, tan cansado estaba, que no tenía ni ganas ni para comer. Me he ido al supermercado, Penny's, a hacer una pequeña compra, algo que necesitaba urgentemente, suavizante para lavar mi ropa. Aunque junto este último, han caído otra cosas, una botella de té, un poco de jamón serrano, que cuando lo he probado, ni tan siquiera estaba salado y una tarrina de yogur natural. A la salida del supermercado, me he dado cuenta que también había máquina para reciclar plásticos.
A la vuelta, si que he comido mis bocadillos y he probado el té. Pues si que está bueno el té, té de melocotón, y bien fresquito en el frigorífico.
Lo mejor, ha venido después, descanso acostado en la cama, que no me he quedado frito, de milagro. En cuanto ha sonado la alarma del móvil, me he levantado y rápidamente, he salido disparado hacía las cocinas, si hubiera sabido lo que me esperaba esta tarde-noche, no hubiera bajado las escaleras tan pronto.
Ha sido tarde de cortar todo tipo de alimentos. Esta gente adora las ensaladas y el personal de cocina tienen que estar listos para prepararlas en poco tiempo, así que lo que hacen es que cortan todos los productos que necesitan en gran cantidad y van gastando de allí, poco a poco.
Me ha tocado empezar con la lechuga batavia, es un tipo que tiene las puntas de fuera de color rojizo. Una caja entera, cuando iba por la mitad de esta, se me estaban congelando las manos, pues hay que lavarlas tres veces seguidas con agua lo más helada posible.
Cuando ya creía que me pasaría la tarde con otras cosas de menor importancia, el agradable de M. me saca cuatro repollos, que los parte en 4 trozos y los corte en láminas bien finas, siempre y cuando quitándoles en el centro, el troncho. Cuando ya lo tenía todo partido, aparece en juego el colega de M., Ma. y me dice que todo lo tengo que mezclar con unos pimientos que ha cortado, tanto verde, rojo y amarillo, como si fuera una fiesta de colores.
Llega ya el rato de que baja la actividad, porque empiezan a entrar la hora de cena de los alemanes y empieza la locura de pedidos de platos. Y yo me pongo a limpiar todo lo que ensucian los cocineros, porque hay uno más que otro, que madremía. Además, me he propuesto a estudiar ingredientes en alemán también, de la siguiente manera:
En Alemán
En Español, aunque el primer párrafo es italiano
Alemán
Español
Esta tarde era más especial de las otras porque está noche había una fiesta, no sé de que tipo, pero una gran fiesta por todo lo alto. Ya desde hace 2 días estaban preparando el salón de celebraciones de la primera planta.
Así que sobre las 7 a las 8, han ido volando platos y todo tipo de productos listos para cocinar para un gran número de personas.
Yo, cuando creía que me había escapado de todo el jaleo padre. Mi querido amigo M. aparece en escena y que me va a enseñar a preparar pitas, tortas de pan, en el fuego.
Primero amasar la masa con el rodillo, y es la masa del pan, solo que con poco levadura. Y cuando este un poco estirada, se echa encima de los fuegos de la crepera, unos fuegos redondos que parecen de piedra. Se unta de aceite y seguidamente, se le está dando vueltas, sin parar, hasta que este tostada y al gusto.
En cuanto he dirigido la mirada hacía el reloj de la cocina, he visto que ya eran las 10. Me estaba quitando el delantal, cuando el compañero de M, Ma. me estaba diciendo que aún quedaba un rato largo de trabajo y que luego había que limpiar la cocina. Le he salido con que no me encontraba bien del estómago, la pura verdad, y que me había preparado unos bocadillos en mi habitación, otra gran verdad. A si que, me ha dejado salir de la cocina.
Pero en cuanto, me he adentrado en el primer piso, me he topado con una fiesta en todo su apogeo, eso sí de gente con mucha pasta, por lo menos eso es lo que parecían dos chicas con las que me cruzado, todas vestidas de traje de escote. Tampoco me he querido fijarme en más, por no ser descortés, además de como yo iba vestido, parecía todo un cualquiera.
He subido los tres pisos por las escaleras, pues se oían risas procedentes del ascensor. En cuanto he llegado a mi habitación, me he visto a salvo de tanta fiesta. ¿Quién no estuviera ahora en una fiesta como esa? Pero eso si, no después de una jornada de trabajo tan estrenaste.
Mirad, con lo que me he topado en un momento de descanso que me he dado esta tarde, los 3 minutos de paseo entre el aparcamiento del hotel.
No solo uno, sino dos audi GT
Este es el que había detrás
He estado a punto de cenar, comerme los bocatas, y seguidamente bajar. Pero por un momento, me he parado a pensar, todos los que están allí abajo, les pagan por estar trabajando, a mí eso no me pasa, sino que me van a pagar una miseria al final del mes y voy a echar tantas horas como quieran. Así que, por esta vez, me quedo en la habitación, descansando, que mañana me espera una jornada interrumpida, de 12 a 22, 10 horas sin supuestos descansos.
P.D. Colada de ropa con suavizante alemán, mañana ya veré, si se ha quedado bien,
No hay comentarios:
Publicar un comentario