Hoy, no sé si ha sido por el cansancio o por qué, que me he despertado tarde.
He abierto los ojos, y me he dicho a mi mismo, "por favor, por favor, por favor, que no sea muy temprano", Las 8:50. Por fin, he podido dormir un poco más del tirón. Así que contento de mi mismo, me he levantado para ducharme y bajar a desayunar.
Todo lo corriente posible en el desayuno, el comedor a reventar a eso de las 9 de la mañana. Madrugan un montón o eso, o es que se acuestan enseguida. Me parece a mi, que como ayer su equipo empató a 2 contra Ghana, no se fueron de fiesta y se fueron tempranito a la cama.
Mi desayuno ha sido un poco mejor que el de ayer, aunque no como el resto de los anteriores, un poco de café con tortillas y un bollo con un poco de jamón (que no es nada de jamón serrano español, es justo la imitación italiana) y queso. No me he cruzado con nadie en la salida de arriba de la cocina.
Un desayuno modesto, como el de cualquier domingo en España
He visto a todos los camareros, entre ellos a K., que se ha sorprendido al verme sin pantalones de chandal y camiseta blanca, al momento ha entendido que hoy tenía día libre. Tampoco me ha comentado el partido de anoche de Alemania, parece que a estos alemanes no les gusta perder, como al resto de la humanidad.
He subido, de nuevo, a la habitación y me he puesto a escribir el último post del blog que llevaba atrasado, mientras que he estado escuchando música, pero eso si, pero en idioma español, que estoy falto de eso, de idioma no alemán. Cuando estás en la cocina y estas oyendo, no escuchando, tanto alemán, casi te vuelves loco. Tengo que seguir estudiando este raro idioma para pillar algo incluso cuando no vaya a clases en Meschede.
Así que hoy libre, me planteo entre ir a dar una vuelta andando o bien pillarme una bicicleta. Ya son las 11:55 y sin decidir todavía nada.
Creo que me voy a hacer unos bocatas de jamón y me iré a dar una vuelta por allí, a ver lo que hay, pero antes consultaré con el mapa.
Pues si que me he dado una vuelta por los alrededores.
El semáforo de al lado del hotel, que cambia cuando quiere.
Mientras tanto a disfrutar de las vistas, los deportivos que andan por aquí.
Me he ido para el supermercado Penny's y en una de las bocacalles, he visto que había un puente, y no veas, de estar por la carretera, a estar rodeado de naturaleza, con un caminito para ir andando a la perfección. ¡Qué exagerado que eres, Pepe! Pues no era el único que estaba por allí, me he encontrado familia alemanas con los niños paseando en bicicleta.
Lo del fondo, lo de las banderas rojas, es el supermercado
El puente que me ha llevado hacía la naturaleza
Puente, con su riachuelo incluido
Con una acera en buenas condiciones en medio de la naturaleza
Monolitos, aunque no sé que significan
Andando, andando, me he encontrado un montón de caminos, pero no he querido ir por ellos, por si acaso, para ser la primera vez, me perdía y entonces si que la montaba.
Andando, andando,... y más andando, si que tienen final:
O mejor dicho, barreras.
Pues por el supuesto camino, parecía que no se podía pasar, porque de la nada, me he encontrado con una barrera, se podría haber pasado perfectamente, pero por precauciones me he dado media vuelta y he tenido que desandar todo el camino andado, una gracia, bien podrían indicar cómo se llega al lago por la ruta de la naturaleza.
Por cierto, si alguna vez os perdéis por el monte en Alemania, solo tenéis que seguir las emes. ¿Cómo que seguir las emes, Pepe? Pues muy sencillo, mientras que he caminado, me he encontrado con un montón de bolsitas de Mcdonalds.
Aunque todo tenía una razón lógica a un par de metros, no en el monte (sino cruzando un puente), está el dichoso establecimiento de la hamburguesas. ¡Ya podrían ser un poco más limpios en el monte!
En esta caso, la M marca el camino.
Aunque todo tenía una razón lógica a un par de metros, no en el monte (sino cruzando un puente), está el dichoso establecimiento de la hamburguesas. ¡Ya podrían ser un poco más limpios en el monte!
He continuado por la carretera, que había un caminito para las personas y para las bicicletas también. La ida, se ha hecho un poco costosa, porque era con un pelín de pendiente. A eso de la medio hora, me he topado con un pueblecito, Stemel.
Por aquí, seguro que no me pierdo...
Hasta tienen sus carteles para señalizar la distancia,
pero par el lago "Sorpesee" no hay kilometraje, eso
que es una sorpresa.
Stemel, el pueblo de al lado de Sundern.
Una cosa curiosa que he visto, que al mismo pasar Sundern, hay contenedores de vidrios para reciclar por según los colores del vidrio, por lo menos en donde estoy aún no he visto ninguno de estos.
Vidrio marrón vs Vidrio verde
Vidrio transparente
Al mismo llegar a Stemel, ya era la hora de comer, así que he buscado unos bancos con buenas vistas y me he comido el bocata de jamón, no era una gran delicia, pero eso si me ha venido de perlas.
Con buenas vistas, aunque eso no es muy difícil aquí en Alemania.
Como he visto que se estaba ennegreciendo demasiado rápido, no lo he dudado ni un segundo, lo he recogido todo, sin dejar ningún papel por el suelo, y me he vuelto para Sundern.
Las vistas que tienen en el vecindario de Stemel
Cuando aún me quedaban unos pocos metros para llegar a la altura del supermercado, han empezado a caer las primeras gotas. Como si no me hubiera duchado esta mañana, como hago siempre, pues una ducha para el mediodía y encima, gratis. Antes de llegar al hotel, ha parado de llover. Es lo mismo de todos los días: rayo de sol, que parece que no va a salir, nube y lluvia, una veces suave, como la de hoy u otras veces, más fuerte, como la de hace unos días atrás.
He entrado al hotel por la puerta de servicio y para mi sorpresa, la cocina estaba completamente apagada, no había nadie, o bien no trabajan los domingos o bien estaba todo el personal en el restaurante del lago.
Los domingos por la tarde en el hotel no hay casi nadie, tanto huéspedes como personal. Parece que todos quieren disfrutar de cada segundo en el lago. Pues mientras que volvía, había una cantidad de coches y motos que se dirigían para allá.
Yo me he ido para la habitación y allí he pasado toda la tarde, entretenido con eso del alemán y mis cosas, y por supuesto del blog.
Ni siquiera, he tenido que bajar a cenar, he echado mano a las reservas que tenía por aquí: un poco de aquello y un poco de lo otro, y una merienda-cena preparada.
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