miércoles, 11 de junio de 2014

Dia 4. No es todo de color de rosa.

Me he levantado más aliviado porque he dormido un poco más, aunque parecía que el día iba a ser más ameno de los normal, pues no ha sido así. ¡No será para tanto!

Primera hora de la mañana, el mismo ritual de siempre, levantate, vistete normal porque hay que dar buena presencia mientras estás en la cola del buffet para el desayuno, para que luego, haciendo juegos malabares, subir un piso por unas escaleras imposibles, que me gustaría ver quién es el gracioso o graciosa que decidió ponerlas allí, por qué no poner unas escaleras rectas, si yo creo que son más complicadas que nada.

Así que Pepe sube a cambiarte. 
Bajo a cocina, y no hay nadie, excepto la señora I. que echa el turno por la mañana, ni más ni menos que de 6 a 12. Así que es la que prepara y recoge todos los días el desayuno. Desayuno, una de las comidas principales y más importantes del día, sobretodo para mí. ¡Hasta arriba el plato!

Me pongo un delantal todo chulo (¡Vas a la moda, marcando la moda!), jajaja que va, un trozo de plástico en forma de algo que parece un delantal, porque sino, me voy a poner todo perdido. Y luego no hay quien quite las manchas.

La pobre señora I., se echa las manos a la cabeza, por lo poco que se de alemán, pero por los gestos, dice algo así como, para qué empiezas a las 10, si esta gente (los cocineros) no llegan hasta las 11 o 12.
¡Pepe, que estos alemanes te van a volver la cabeza loca!

Ya cuando empieza a preparar el desayuno, me poner a cortar fruta y a ir decorando platos.
La mañana transcurre muy aburrida, casi no he hecho nada. 
Espero no tener más mañanas como estas, porque sino, vaya aburrimiento; aunque a decir verdad, casi prefiero estar dentro de la cocina, que estar paseándome por Sundern, porque o bien sabes por donde te mueves por los caminos de ruta o bien, te puedes incluso perder; aunque intentar perderme lo haré el sábado y domingo que son los días que libro.

Ha llegado la hora de terminar mi primer turno y niose han dignado a decirme que si quiero o no comer qué, así que le he preguntado en mi mejor alemán que donde estaba el supermercado "Wo ist der Supermarkt?"
Para mi sorpresa, creía que solo había Aldi y Lidl, pero parece que no, "Penny Markt GmbH" y más cerca de lo que creía, a unos 5 minutos si llega, si no contamos el tiempo que tardan los semáforos en cambiarse.

He adquirido de todo lo que me hacía falta, sin ganas de cocinar nada, he comprado unos yogures, esa ha sido la comida de hoy, un tarrina de arroz con leche.

Los humores han ido a peor, sin casi comer casi nada y estar aislados del mundo exterior, me refiero a estar en un pueblo de Alemania y sin tener el contacto con alguien conocido o con alguien que habla español y se me pones de inglés.

La tarde ha sido tranquila también, tan solo me han dado una cesta gigante con bollos de pan muy, pero muy duros, que con una máquina, que no sé donde la han sacado, a rayar pan, ha acabado en un periquete. ¡Mira Pepe, qué aplicado que está!

La tarde, como digo yo, mano sobre mano. El chef T. me ha dejado echar una ojeada a su libro de recetas particulares, iré cogiendo ideas, espero que no tengan copyrights y puedas coger bien las ideas.
¡Si Pepe, de aquí a un mes, chef honorífico!

Al final la jornada, tampoco me han dicho nada, qué es lo que quería cenar, el cabreo ha ido aumentado por completo…

Así que me he subido a mi habitación, ligero de alimentación.


Mi hermana me ha llamado por Skype y parece que yo he entendido mal la explicación de las comidas, pues nada, será eso, pero mañana veré si puedo hablar con el director, haber qué es lo que me cuenta, si me van a tener a pan y agua.

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