!Sábado! Día de descanso.
A pesar de ello, me he levantado temprano, me parece que no duermo bien, aunque no lo admita. ¡Pepe, a ver jolines, admítelo, esa cama y cabecera, no son de tu gusto! Pero si yo duermo donde sea. Serán la incertidumbre de lo que te vas a encontrar cada mañana en la cocina.
He cogido el puntillo de, levantarme temprano, que ahora ya me da lo mismo que sea lunes, miércoles o sábado… Puntual como un reloj, los ojos se abren poco a poco hasta que ya no se pueden cerrar.
Me he levantado porque hoy no tengo nada que hacer, nada más que disfrutar del tiempo. ¡Si, tengo el día libre! Después de la de anoche, que menos.
En cuanto entro a la cocina, puf, hay ciento y la madre preparando platos para el evento de hoy. No sé si voy a ser capaz de llegar hasta el extremo opuesto de la cocina, donde se encuentra la puerta de servicio para entrar al comedor.
Con dificultad y sin prisa salgo de la locura culinaria alemana y lo primero que hago es, preparar dos bollos con salchichas y embutido para comer, esa va a ser mi comida porque pienso yo, ¿para qué molestarlos, mientras están en su salsa, preparando cosas?
Me lío en papel de aluminio los bocatas y salgo disparado a por un poco más de desayuno para calmar el hambre para más después.
En la sala de arriba, estoy un rato hablando con otra señora de la plantilla del hotel, la camarera Ba., me comenta que es una barbaridad el evento que han montado hoy con tantos invitados. Le comento, que en España, que en muchas ocasiones ocurre esto y que, los responsables de los hoteles, contratan a más empleados para un para de días más. Pues se queda con la idea, pues le parece una muy buena idea.
Este desayuno, se está convirtiendo en una costumbre
Recojo mi desayuno, y me voy para la habitación, donde cojo la mochila y me dirijo aquí mismo, enfrente del hotel hay una tienda de T-mobile (qué recuerdos la marca esta que era el sponsor del equipo, con el mismo nombre de los corredores en el Tour de Francia) y me compro una tarjeta de pre-pago para el teléfono móvil.
Habemus Teléfono móvil. ¡Qué exagerado, Pepe! De exagerado nada, si estoy en cualquier sitio y me pasa algo, o quiero hablar con alguno de mis compañeros de clase para quedar, ¿qué hago, señales de humo, como los indios? ¡Eso si!
Mientras se activaba o no el teléfono, me he dado una vuelta por "la ciudad" y me he animado a subir el montecito de enfrente de mi ventana, ! caray, vaya cuestas que tienen por aquí! No he conseguido con dar con la cima, así que me he tenido que volver en cuanto he visto la señal de camino cortado. ¡ Otro día, lo volveré a intentar, total en este tiempo libre, no sé qué más hacer!
Casas
Y más casas...
He vuelto a la habitación y he ganduleado como he podido, antes de subir a la habitación, he echado un ojo a ver lo que estaban haciendo el personal, pues había un montón de gente por los alrededores del hotel, no sé a que se referiría el evento, pero en ese tomate no entraba yo. Para arriba a la habitación a descansar, mientras que veo una película y me como los 2 bocatas reservados para la ocasión.
No se ve, pero iban bien condimentados
En cuanto he estado cansado de tanto descansar, parece contradictorio, pero no lo es, de estar todos los días de aquí para allá, para que un día de repente, no estés sin hacer nada, pues se nota bastante. Así que me he ido a dar una vuelta por este pueblo, parece que mañana hay una festividad porque estaban montando una plataforma para algún tipo de baile, es la explicación que me ha dado C., uno de los camareros del restaurante del hotel. Veremos a ver con qué es lo que nos sorprenden.
Con lo nublado que estaba, que iba a llover en seguida
Justo al lado del hotel, está el escenario
El museo de "la ciudad", son mineros
Un rinconcito verde, a un tiro de piedra del hotel
Hay riachuelos por todos sitios
Además de edificios distintos a los demás
Y otras casas que muestra que hay calidad de vida
Después de una hora y de aburrimiento porque quería llegar hasta una cafetería, pero en verdad, después de comprobarlo en internet, no me había perdido, sino que todavía me quedaba andar un trecho más para llegar al lugar. Pero en el intento de llegar para allá, me he tomado con otro garito que creo, que merecerá la pena perderse por aquí, "La vida, tapas, café y loungue" (que cuando lo iba a buscar en internet, me ha salido otro con el mismo nombre, pero en Murcia, no creo que se han de la misma persona, ¿tan lejos de Murcia?)
Así que me he pillado unos bocatas de lo que ha sobrado del catering. Y estaban muy buenos por cierto. Parece ser que el pan de centeno, hace bastante y cambia el sabor de las cosas o eso, o es que ya iba teniendo hambre y me voy acostumbrando a las horas tan raras de cenar tan pronto, que cuando estoy en cocina, a partir de las 6 y media, empiezan a pedir los platos.
La tarde-noche la he pasado recluido en mi habitación, pasándola navegando por internet e investigando los lugares que hay por los alrededores, y como el que no quiere la cosa, me he quedado completamente durmiendo en mi cama.
Detrás de la oficina de empleo, hay está placa metida en un banco
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