Me he despertado, como siempre, antes de lo normal, antes que suene el despertador, no sé ni por qué lo pongo. Será el rayito de luz que entra entre las cortinas lo que me despierta o bien el ruido del tráfico continuo que hay a primeras horas de la mañana, ¿estos alemanes no tienen vida, o es mi propia imaginación? Si es que estamos casi a comienzos del verano, ¿es que no tienen vacaciones o es que disfrutan trabajando?
Bueno, a lo que iba, me disfrazo de mi mejor ropa, parece que voy a un desayuno de gala; es broma, pues lo normal, vaqueros y una camiseta, lo que sea, pero que este decente, pues me voy a tener que cambiar en menos que canta un gallo.
Para mi sorpresa, el plato que preparé de fruta ayer, no está, ha desaparecido, parece que a esta gente les ha gustado.
Me cargo mi plato, de lo todo aquello que pillo y cuando voy a prepararme mi café con leche, se acerca una de las señoras del personal, que todavía no sé cómo se llama, pero es una de las personas que se portan mejor conmigo, porque tiene mucha paciencia y está siempre preguntándome cómo se dice esto y aquello en español. Empieza a preguntarme no se qué de "hören" (escuchar), ¿escuchar el qué?, "hören Sie die Milch?", ahora si que estoy perdido, (¿si he escuchado la leche?, ¿desde cuando la leche se puede escuchar? ¡Pepe, en Alemania, se escucha todo!), estoy a cuadros.
Hoy me he tirado más a la fruta
La señora, ante mi sorpresa, abre una puerta al lado de la cafetera y me enseña que es el depósito de la leche… Joder… La pregunta era totalmente literal… ¿Que si sabía si quedaba leche o no?. Me dice que baje al sótano y que coja 3 litros de leche. Ok, eso está hecho. Al mismo entrar a la cocina, se lo digo a la señora I. y me dice "zusammen", eso si que lo he entendido, que bajemos juntos a la cámara del sótano, que quiere enseñarme, donde paran todas las cosas.
Me enseña donde está el llavero y me dice qué llave es, y qué puerta es, pues para variar, en el sótano, tienen de todo un poco.
En esta temporada de calor, es donde mejor se está es en las cámaras frigoríficas, casi estoy deseando volver otra vez, pues se está más que de lujo, súper agosto.
Cuando estoy terminando de desayunar, aparecen otros dos trabajadores, una chica y un armario, digo un alemán de 2x2, súper alto, ya lo vi ayer, pues nada, están allí charlando, yo como siempre sin pillar ni papa, alguna palabra que otra, pero nada allí se queda en el aire, sin poder conectarla con nada.
Y a esto, que a nuestro querido amigo, le empieza a sonar el móvil, !uy, si me suena esa sintonía!, ¡Ya está, ya sé cual es!, !El equipo A! Ja,ja,ja.
Recojo los platos y me voy a recepción, pues quiero consultar algunas dudas, que me tienen mosca con el director. Al parecer, no está y le dejo el recado a la recepcionista, que cuando llegue que me localice
.
Aquí como siempre, nadie llega puntual… Para que luego tengan la idea de que los españoles somos una panda de gandules…
Esta mañana he hecho de todo, cortar patatas cocidas, cortar calabacines, moler tomates en conserva, rallar un queso que estaba como las piedras y me ha enseñado, cómo se hacen los flanes… Ya van mostrándome muchas cosas más.
Ya casi llegada de comer, no me he cortado ni un pelo y le he preguntado al chef, qué es lo que podría hacer de comer, "Was kann ich essen?". La contestación me ha dejado un poco pillado, puedo coger lo que me de la gana y hacérmelo, eso de momento va a ser un "klein problem", pues de momento no sé como funciona las máquinas y donde están todos los productos.
He intentado hacerme de comer, lo mejor que he podido, unos lomos y una ensalada (que esta última, la he visto hacer un montón de veces), me salido pues satisfacer el hambre, poco a poco iré aprendiendo algo nuevo, digo yo.
El plato está a la mitad, porque cuando he empezado tenía público en la salita
Pues como había una chica, que es recepcionista y habla un poco de inglés, le preguntado, "can I drink beer, here?" y me ha dicho que si, pues después de una mañana cargada de trabajo, pues no me lo he pensado mucho, y he salido disparado hasta la habitación y he cogido una de mis cervezas, seguro que los lomos van a salir muchísimo mejor, y dicho y hecho. Efectivamente, la cerveza le ha dado otro toque.
Lo he recogido todo y me he largado hacía la habitación, hacer más que otras cosa que, descansar. Se hacen muy monótonos los días que se tienen que trabajar.
El despertador suena y me arreglo de nuevo para bajar a las cocinas. Se me había olvidado, hoy había un nuevo cocinero, en realidad es como otro estudiante de cocina, algo como yo, pero este caso está mucho más avanzado que yo, su nombre es Maximilian (Max).
Y no se ha cortado ni se ha cortado ni un pelo para que, esté mandándome cosas sin parar. Pues al mismo llegar tenía una olla gigante, por lo menos de unos 50 litros de capacidad o más, para que colase todo el caldo de verduras. Parece ser que me están buscando tareas graciosas para mí, sobretodo las pesadas.
A lo largo de la tarde, pues he hecho un poco de todo, volver a cortar y cortar más productos para tenerlos listos para cuando cocine el chef.
Al rato, T., el chef, me ha dicho que fuera que quería enseñarme mi primer "pollo al curry", sino le ha echado varias especias, no le ha echado ninguna... Al final, incluso estaba bueno, con un puntito de picante.
Ha llegado un repartidor con un paquete que ponía pasta fresca, son unos pequeños paquetes rellenos de verdura, lo sé, porque alguno de ellos estaban destrozados. Y me ha encargado que hiciera paquetes de 8 con papel transparente, para ir colocándolos en una bandeja. En cuanto he terminado, los he bajado a la cámara de abajo, y dentro de la misma, los tenía que meter en otro congelador. Este último, tenía una cerradura, pues yo allí probando a ver qué llave era, al poco de estar intentando meter cada una de las llaves que tenía, aparece una de las camareras y me dice que si tengo algún problema, le señalo la puerta del congelador y ella se ríe, pues a continuación, la abre sin llave. ¡Mierda! ¡Qué tonto que he sido! Es lo primero que tenía que haber probado, abrirla y punto. !Pero Pepe, en qué estabas pensando!
Subo de nuevo y las horas van pasando sin hacer nada, vuelvo al aburrimiento.
Pero son lo que no hay, a esto de las nueve y media, el chef coge y se despide, se va para casa y al resto, nos deja limpiando la cocina y fregándola.
El proceso de fregar el suelo, merece una descripción, cogen el producto de lavaplatos y lo rocían por el suelo, a continuación, llenan cubos de agua con agua caliente y los echan en el suelo, así directamente, ¿Pepe, es que no saben que existen las fregonas? Pues creo que no. Cogen una especie de cepillos y empiezan a restregar para que a continuación, cuando todo está encharcado, que parece que ha habido una inundación, cogen otra herramienta, como unos limpiacristales para ir quitando el agua y echándola en unos sumideros que hay en el suelo de la cocina.
Pues todo esto, se lo ponen hacer a las 10 de la noche, cuando supuestamente yo tendría que estar en mi habitación, cenando tranquilamente. No sé a qué hora terminé anoche. Pero cuando lo hice, no tenía ni ganas de hacerme de cenar, así que me hice dos bocadillos de atún con tomate y mahonesa, el tal Max, se quedó flipando, "¿pero eso está bueno? No veas si esta bueno, después de la paliza de trabajar que habéis dado, va a estar mejor que eso. Los bocatas, han sido acompañados de una ensalada hecha a lo rápido. Pero también me la he comido.
A esos de las 11, ya no podía con mi alma, así a la cama.
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