miércoles, 2 de julio de 2014

Día 26. Reflexionando si fiesta o descansar de todo.

Abro los ojos y veo que tengo el portátil encima de la cama abierto, pero apagado, miro el reloj del móvil, las 3:30, ¡Joder, otra vez me he quedado durmiendo con el ordenador encendido! Pues nada, me levanto y lo dejo encima del escritorio, "mañana", o sea dentro de un par de horas, lo encenderé y lo cargaré.

Efectivamente, cuando me levanto y lo enciendo, el ordenador se había quedado sin batería, y yo me había quedado completamente durmiendo.

Esta mañana haga la misma operación: hacerme bocadillos para cuando llegue por la tarde al hotel, tenga algo para comer. Pues es a las 6:00 cuando puedo entrar a hacerme un bocadillo y sino, me tengo que esperar hasta las 10:00 o un poco más, para cuando se termina de cocinar, para hacerme algo para alimentarme.

Comienzo con mi rutina de desayunar de pie en una de las barras de la cocina, donde no molesto a nadie, a pesar de que a esas horas, solo está D. que prepara los desayunos y las tortillas. Entre el ir y venir de las camareras, recogiendo platos a esas horas tempranas, hay una de ellas que se da cuenta de que estoy comiendo de pie y me ofrece que si quiero sentarme, yo muy agradecido, le contesto que no, que enseguida me tengo que ir al alemán, pero eso si, no se me olvida de darle las gracias.

Hoy más tarde, he salido a sentarme en la parada del bus, tampoco tenía ganas de estar pasando frío sentado. !Pues si, no hace calor todavía por aquí! No me he equivocado al escribir. Mientras que en España hará una temperatura agradable por la mañana, por aquí hace frío por la mañana e incluso todo el día. Tan solo, a eso de las 12:00 o 1:00, se puede estar bien, siempre y cuando haga un poco de sol. Mientras tanto, con chaqueta o bien con un suéter de manga larga hay que estar.

Esta mañana, cuando me he bajado del tren regional, he visto que aún me quedaban unos minutos, y me he dedicado a fotografiar el camino de la estación de tren hasta clase. Nada de cosas curiosas, tal vez para otro post, tan solo los giros y lugares por los que paso.


Al mismo salir de la estación, l
a parada de autobuses a mano izquierda 
y una hamburguesería famosa a la derecha



Al mismo cruzar la calle, me encuentro con esto,
eso ve que es la bienvenida a Meschede


Un largo paseo me queda por recorrer,
lleno de tiendas por ver, pero poco por comprar


La calle se amplia, algo importante hay cerca


Pero sin olvidar que la calle es un caos, 
desde que empecé el curso, están de obras.


Sigo para adelante, esto parece un puente.


Pues si, un puente con su río incluido.
También hay un poco de naturaleza por medio de Meschede


Y ya entro en la zona peatonal, toda llena de tiendas y
cafeterías, donde los más madrugadores están tomando ya
café con algún dulce extravagante alemán, 
que hace que te entre hambre al instante.


La zona se vuelve a abrir, hay una plaza y...


... no nos podemos olvidar de una iglesia.
Un pueblo alemán sin iglesia, no es un pueblo completo.


Dejo atrás toda el bullicio de la ciudad


Y al mismo pasar la iglesia, me encuentro con este cartel.
Parece un concierto, habrá que investigar.


Ya solo queda el último tramo de calle, 
en menos de 5 minutos, llegaré


¿Quién dice que los semáforos en Alemania se cambian pronto?
Pues este no, tarda un buen rato y 
hay que cruzar rápido porque no te dejan mucho tiempo


Otra tienda más... Y antes de las 9 ya está abierta


Dos o tres edificios más y ya llego...


... Segundo bloque después de la tienda, pues Cáritas, 
que si me fijo bien, me la puedo encontrar en cada ciudad.
Espero no tener que hacer una visita.


Y por fin, después de 15 minutos andando,
encontramos el centro de las clases de alemán, "Kolping"


Ya solo me falta, girar hacía la derecha 
y subir unas escaleras.


Cuando pensaba que llegaría casi justo a clase, me encuentro a mis compañeros de clase que están fumando tranquilamente en la puerta de "la academia", si se puede considerar academia a esto. Se podría decir que es un lugar donde dan clases de todo tipo de cosas, y tampoco llega a ser ni un colegio ni un instituto, allí lo dejo.

Las clases han sido más o menos llevaderas, pues la profesora nos deja esta semana, se va de vacaciones a España. ¡Ja, ja, ja! Nosotros que venimos a Alemania, pues los que están aquí, se van hacía a nuestra España querida de vacaciones, a buscar el sol y las fiestas que no pueden darse aquí.


Veo donde se dejo olvidado el paraguas Mary Poppins

Salimos de clase indecisos, si irnos todos de fiesta a algún pueblo de nuestros compañeros, pues mañana (jueves) y pasado mañana (viernes) más de uno lo tenemos libre. Se habla de forma rápida mientras nos tomamos una cerveza, pero parece ser que no tienen nada decidido, así que por mi parte salgo del plan por esta noche. Mañana con más energía me uniré con R. siempre que encuentre alguna combinación económica para llegar hasta allí. Pues a la vuelta, he visto en la estación de Arnsberg que el billete hasta W********g sale por 11,60 €, miraré otra posibles combinaciones, a ver si por autobús sale mucho más económico o qué.

¡Aunque las mejores fiestas son las que no se piensan, se hacen en el momento! A pesar que mis compañeros de clase tengan que pensar tanto.

De vuelta a mi habitación


Al mismo salir del ascensor, cartel de las habitaciones


Puerta a mano derecha, no tienen pérdida.


¿Ahora, derecha o izquierda?
Pues izquierda


Un largo pasillo de muchas puertas, 
pues no es ninguna la mía


Uff, menos mal, al final del pasillo, 
hay otro cartel, 
aún quedan más habitaciones.


Un largo pasillo, voy mirando a cada puerta,
no, esta no es la mía, la siguiente.


Por fin "hogar, dulce hogar", mi habitación es la última del pasillo.
Es lo más parecido a un hogar en estas condiciones.

Ya he merendado-cenado mis bocadillos, porque otra cosa que no voy a encontrar, ni se van a preocupar por darme.

Aquí estoy en la habitación del hotel, sin saber qué hacer...

Nada más que tengo unas pocas opciones, o bien estudio alemán con "el libro", o me doy una vuelta por este pueblo fantasma que, en cuanto son más de las 7, no hay nadie por la calle o me quedo junto al ordenador haciendo cualquier cosa para matar el aburrimiento o no pensar en las malas cosas que me suelen pasar por aquí. 

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