domingo, 6 de julio de 2014

Día 29. Volvemos a la cocina.

Como ayer no me dio tiempo a escribir porque termine reventado de tantas horas seguidas de cocina, hoy escribo dos días en uno.

Ayer me tocó turno continuo, desde las 12 del mediodía hasta las 10 de la noche, uff se dice pronto, pero las horas, en ocasiones, se hacen muy pesadas.

Pues ayer, me desperté sobre eso de las 8 y como cada mañana bajé bien tempranito a la cocina, pues el desayuno lo cierran a las 10, el resto de huéspedes no sé lo que harán, pero yo me tengo que madrugar hasta para comer, ¡vaya plan, Pepe!

Como aún me quedaba tiempo para entrar a trabajar ayer, me di una vuelta por el pueblo, para ver con más atención donde paran cada una de las tiendas y lugares de más interés, no te creas que vi muchas cosas, sino una tienda de todo tipo de artículos, estilo bazar, pero nada de cosas tiradas de precio y fui a ver de pasadas el colegio que tienen por aquí o por lo menos el que está más cerca del hotel, porque supongo que habrá por lo menos uno más y un instituto.

Creo que empecé a dar vueltas, calle arriba, calle abajo y fui a terminar en el colegio, porque indicaciones en si, para decir la verdad, no habían ninguna. Vamos que si me propongo buscar el dichoso colegio, termino antes en las afueras de "la ciudad" que encontrarlo a la primera.


Tiene buena pinta el colegio, muy grande por cierto.



Si te pierdes por Sundern, no tienes pérdida,
busca la el campanario de la iglesia y todo recto,
llegarás al centro.



Lo que parece el edificio principal del colegio.
Por cierto, no habían ni rejas ni puertas,
completamente abierto.


Esta foto es para Jon, no solo en España
existen las persianas, en Alemania parece ser
que también.


No hay carteles que indiquen donde llegar a
los sitios, pero si señales de rutas de senderismo


Después de esta excursión, me fui de tiendas. ¡De compras, Pepe! ¡Qué va, más quisiera yo! Fui a ojear un par de artículos que me interesaban, pero terminé solo con uno pocos de ellos, un cepillo pequeño para limpiar la ropa y  unos portafolios para meter los documentos más importantes, que no deben de arrugarse ni deteriorarse.

También me fui a dar una vuelta porque quería ver si el servicio de limpieza pasaba por mi habitación y me la limpiaban un poco. Pero en cuanto volví, esta seguía igual como la dejé, ordenada, que conste que no soy ningún desastre. Al poco de estar en la habitación y viendo que casi era la hora de prepararme, no sé por qué lo hice, pero abrí la puerta, junto a esta había un paquete de lavandería, toallas limpias. ¡Bueno Pepe, no todo en esta vida se puede conseguir!¡Hay que conformarse con lo que haya!

¡Hora del trabajo! A trabajar como nunca se ha visto, por lo menos mis ojos.

Me han tenido todo la mañana preparando platos para el brunch que iba a hacer hoy domingo. Platos que en si son sencillos, los de andar por casa, pero tienen que hacerlo más complicado todavía. Y una vez que termino los platos y estoy a punto de envolverlos en papel transparente, me para M. porque dice que le falta "the decoration". ¡Vaya plan de cocina moderna!

No les he podido echar unas fotos, pero en resumen, sería: "jamón serrano" (porque es cualquier cosa, excepto jamón serrano español) con melón de año (el que es de color amarillo por dentro). Huevos duros con una especie de salsa verde y con mucha "decoration"de pepino, tomate y pimiento. Y para finalizar la mañana (a eso entradas las 4 de la tarde), me han puesto a hacer una especie de bocaditos de crema, no veas que peligro con la manga pastelera, que si los bocaditos me salían muy pequeños o muy grandes, no sé como no me ha matado el segundo de cocina Ma. porque lo he visto que ha estado a punto. ¡Jolines que es la primera vez que me dejan manejar una manga pastelera, cómo quieras que lo haga!
Al rato de estar con las manos en la masa, me llama M. que si quiero col confitada, ¿cómo, qué si quiero qué? No me había dado cuenta que habían hecho de comer para todos los cocineros y para mí también. ¡Pepe, vaya detalle por su parte! Pues que menos, trabajando en la cocina todo el santo día, pero de vez en cuando se portan, por esta vez, no hay que contar las veces que me la hacen bien gorda, se portan mal.

Pues nada, descanso inesperado, ese descanso que pensaba no iba a tener a lo largo de todo el día. Unos 20 minutos, para devorar un plato de patatas fritas con carne (con salsa), un poco de verdura y la col confitada. Comida acompañada con dos segundos de cocina, M. y Ma.

Mientras que estábamos con la tarea, le pregunto a Ma. que cómo se hace la col confitada, atención a la respuesta que me da, "No la hacemos nosotros, la compramos en un bote gigante, pero si quieres, en el supermercado venden tarros más pequeños, que no valen más de un euro", ¡toma ya!, ¿pero hay algo que hagan o es que lo compran todo ya hecho, listo para echarlo en el plato y decorarlo? Me he quedado a cuadros. Además, les insisto que si me pueden decir cómo se hace, pero es que no tienen ni idea de como se hace. ¡Pepe, pues diles que no vayan por Munich, porque lo más típico son las salchichas con coles confitadas!

Las cinco de la tarde, se da paso a la jornada de la tarde. Pero pasan las horas y no se ve movimiento de platos ni de pedidos y el chef T. se empieza a poner nervioso, se nota que hay tensión en el ambiente.
No hay gente todavía porque hay ambiente en al calle, han montado un pequeño recinto ferial de atracciones del hotel, y como es normal, la gente está allí pasando la tarde.

Pero no se hace mucho de esperar, aunque un poco tarde, a las 19:00 horas la impresora de imprimir los tickets de los pedidos empieza "a echar humo" y a escupir un montón de papeles. 

Me ponen al cargo de preparar ensaladas de todos los tipos, aunque casi todas son iguales, solo dependen del acompañamiento que tengan. Al rato, me mandan a hacer pitas de pan, ya le he cogido el truco y las hago en un momento, tal que están antes que el chef termine de preparar los platos, así que tengo que ir con paciencia, sino más de una se va a quemar. Con las prisas, se me ha pasado 2, así que me las he guardado para mí, yo no les hago ascos a nada. Poco a poco, me las he comido, mientras preparaba más para los comensales.

Antes de terminar la jornada, me han dado la tarea de preparar postres. Que conste que más preparar postres es, poner bonitos los platos, porque es pon la fresa de esta forma, la nata de esta otra forma y así seguidamente con todos los ingredientes, pero sin que falte, su bola de helado en el centro.

¡Ya queda menos, Pepe! No hay que cantar victoria tan pronto. 

Son solo las 21:30 horas, me dan instrucciones que empiece a limpiar los mostradores de arriba a abajo sin dejarme nada, a fondo. ¡Puf, con el dolor de espalda que tengo yo, para estar ahora agachándome! Pues nada, dicho y hecho, a empezar con la tarea. Cuando ya esta todo limpio, ahora le toca al suelo, a echar cubos de jabón y de agua ardiendo al suelo, para que luego estar restregando con las escobillas.

Cuando ya son por fin las 22:30 horas, me dicen que me puedo marchar. Hora de recoger mi alma y con las últimas fuerzas, subir hasta la habitación.

No quiero más que pegarme una ducha, hablar con mis padres por skype y a la cama. Y como lo escribo, lo hago, no me da tiempo a más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario